Descripción
El vaso, según cuenta la historia, se originó en los días en los que todo se transportaba en carromatos.
A menudo, los viajeros y el cochero debían hacer paradas en posadas para descansar, sin embargo, los cocheros debían quedarse para vigilar la carga y los caballos.
Las tazas, jarras y copas no eran muy prácticas para los cocheros porque terminaban derramándose, no había dónde ponerlas y se sujetaban muy mal por los guantes que los cocheros portaban. De este modo, y a iniciativa de los mesoneros para que el cochero parara en sus posadas, surgió el vaso Kwak que se colocaba cómodamente en el porta antorchas.