Sidra

¿Qué es la sidra?

La sidra es una bebida alcohólica resultado de la fermentación del zumo de manzana con el mismo proceso que el vino. Sin embargo, el zumo de manzana normalmente contiene mucho menos azúcar natural que el vino, por lo que el alcohol final en volumen será normalmente de 5% – 7,5%.

El factor clave para determinar las características de una sidra son las variedades de manzana utilizadas.

Consumo y almacenamiento

La sidra es única entre las bebidas alcohólicas de mayor consumo, se hace como un vino pero se sirve en la mayoría de las ocasiones como una cerveza. La sidra es tan versátil como estas dos bebidas, con una multitud de formatos y estilos diferentes para consumir este producto.

Naturalmente, como el vino, la sidra es una bebida sin gas (sin burbujas). Sin embargo, esta forma se reserva predominantemente para las sidras tradicionales, compradas en la puerta de la granja. La gran mayoría de los consumidores entienden y esperan que sus sidras sean espumosas, ya sea a través de un proceso de carbonatación, o a través del acondicionamiento de la botella.

El nivel de carbonatación es importante. Hay que asegurarse de que al servir la sidra el nivel de carbonatación no sea demasiado alto, ya que esto puede enmascarar el paladar y alterar el equilibrio del sabor debido al impacto del ácido carbónico.

Cuando se consume sidra embotellada, dependiendo del estilo y la calidad, un vaso en forma de tulipa será más adecuado para servir la bebida y permitir que se muestre todo el aliento de sabores y aromas.

Crucial para la presentación de la sidra es la temperatura de servicio. Hay una gran variedad de aromas muy sutiles dentro de la sidra que pueden perderse u ofuscarse si la bebida se enfría demasiado. Sin embargo, una sidra a temperatura ambiente sería desagradable para la mayoría de los consumidores y no proporcionaría los niveles adecuados de refresco esperados.

Uno debe tratar el servir sidra en casa de manera muy parecida a un vino blanco, como el Pinot Gris o el Gewurztraminer: sacar la sidra de la nevera y ponerla en la mesa, abrirla y volver a ella.

A pesar de la complejidad comparable de la sidra con el vino, ésta contiene mucho menos alcohol. Con una media de 4,5 – 7,5% de alcohol, la sidra se consume normalmente como una cerveza.

Una de las principales razones por las que el vino tiene la capacidad de envejecer bien se debe a la protección que ofrece un alto contenido de alcohol. Sin esa protección, la mayoría de las sidras se oxidan después de un corto número de años. Sin embargo, las sidras ricas, robustas y altamente tánicas tienen el potencial de ser guardadas hasta 5 años, con el beneficio de que el tiempo permite que estas bebidas se suavicen y se hagan más suaves.